«Fue un día inolvidable para mi», dijo Roberto Maulín Pratto

Cecilia Góngora y Elsa Nasatsky fueron condenadas a 8 y 6 años de prisión respectivamente por la apropiación ilegal de José Maulín en los años de la dictadura. Es un fallo histórico para el nieto recuperado número 120 ya que es la primera vez en la historia argentina que se juzga y condena por la apropiación ilegal de bebés. La causa se desprende de la «Causa 050» que condenó a varios policías y militares que actuaron en Reconquista.

Rodrigo Corti / Semanario Reconquista

El juicio de la denominada “Causa Góngora”, iniciado el 23 de junio, llegó a su fin el pasado miércoles cuando se diera a conocer la sentencia desde el Tribunal Oral Federal de Santa Fe. La cual remite a la apropiación ilegal de José Maulín en el mes de marzo de 1977, para ser luego inscripto con la identidad falsa de José Segretín, adulterándose su acta de nacimiento. Por estos hechos, el Fiscal Martín Suarez Faisal había pedido 10 años de prisión efectiva para ambas. La querella, representada por los abogados Lucila Puyol y Guillermo Munné, había solicitado la máxima de 15 años en una prisión común.

El Tribunal condenó a Cecilia Góngora a 8 años por las tres acusaciones que había en su contra: retener y ocultar un menor, falsificar sus documentos y alterar su estado civil. Mientras que a Elsa Nasastky, decidió condenarla a 6 años porque la absolvió de la figura más grave: la sustracción y sólo le reprochó los otros dos cargos: falsear los documentos y la identidad del recién nacido. El presidente del Tribunal, José María Escobar Cello y su colega María Ivón Vella votaron por «mantener la libertad» de las condenadas, mientras que el tercer juez, Luciano Lauría, propuso «la inmediata detención» de ambas, como solicitaron la Fiscalía y la querella. Como resultado de lo dispuesto por la mayoría, las condenadas no irán a prisión.

Horas después de finalizado el juicio, de vuelta a los pagos norteños, José Maulín Pratto junto a su hermana Gisela visitaron el programa de tv Cuarto Intermedio para contar algunas sensaciones de lo vivido. “Por fin la justicia se expidió, y fue un día inolvidable para mí”, señaló el Nieto 120. A lo que agregó “más allá de la pena o no que le podía caber a los acusados lo más importante para mí, que es lo que yo fui a buscar hoy y me traje, fue la resolución de ese Tribunal en cuanto a la restitución de mi identidad. Eso para mí era lo más importante. Es el triunfo de toda la familia”.

El TOF de Santa Fe declaró que el nombre con que lo anotaron en 1977 y llevó durante 40 años es falso y ordenó al Registro Civil de la provincia que lo cambie por el verdadero. El ya pidió llevar el apellido de sus padres biológicos, Rubén Maulín y Luisa Pratto y además, ratificó que quiere llamarse como su abuelo paterno, Roberto Maulín. “En los próximos días, comenzarán todos los trámites para modificar mi documento y el de mis hijos. Y así, resarcir 40 años de mentira. Esto viene a reparar de manera legal la cuestión, la vuelta de página en mi historia yo ya la di hace 8 años cuando me reencontré con mi familia real. Y desde ahí, el contacto no se cortó nunca más. Pero faltaba esto, para reivindicar la lucha de mi familia. De los que están y de los que ya no”, sentenció.

En cuanto a la pena que recibieron las acusadas, Gisela Maulin Pratto se mostró conforme. “El resultado, en cuanto a la condena, es más o menos lo que nosotros esperábamos.” Pero, pese a ello, no desaprovechó la oportunidad para expresar públicamente algo que sentía en relación a la apropiadora. “Escuché a varios medios decir, al referirse a Cecilia Góngora, la mamá del corazón de José. Y no lo es, ni tampoco mi hermano le debe nada a esa señora que le ocultó durante tantos años la verdad. Negándonos la posibilidad de estar con José. Tuvo muchas oportunidades para retractarse durante el juicio, y nunca lo hizo. Así que no me parece correcto que le digan mamá del corazón a alguien que sembró tanto terror en un niño. Eso es aplicable para otros casos, pero no para este. Éste, está muy lejos de serlo”, dijo su hermana.

Vale recordar que esta causa es un desprendimiento de “la 050” o “Causa Sambuelli” iniciada el 19 de noviembre de 2012 en el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Santa Fe, que investigó crímenes de lesa humanidad perpetrados en el norte santafesino durante el terrorismo de Estado.

“Es muy importante que este Tribunal haya estado a la altura de las circunstancias y quiebre esta suerte de impunidad que había hasta el día de hoy. Es muy importante por todo lo que han vivido las víctimas. Porque aquí también nos enfrentábamos al poder médico, el poder empresarial de la salud privada de la ciudad de Reconquista. Hay muchas oportunidades en la historia reciente en la que el Poder Judicial ha tenido una actitud complaciente y de sostenimiento de privilegios frente a este tipo de situaciones. Es muy valorable también que la sentencia haya establecido que los delitos fueron de lesa humanidad e imponga las penas que corresponden, sin tener miramientos por los privilegios sociales de quienes son los responsables de esos crímenes” manifestó una vez finalizado el juicio Guillermo Munné, uno de los abogados querellantes que tuvo la causa.