Proponen herramientas para proteger a los niños de las publicidades engañosas

El diputado provincial Jorge Henn presentó un proyecto que pretende crear el programa “SON NIÑOS, NO CLIENTES: Iniciativas contra la publicidad infantil engañosa”. La propuesta apunta a coordinar políticas desde el Estado para generar conciencia -tanto a los propios niños, como a los adultos- de la vulnerabilidad a la que están expuestos frente a la influencia de las publicidades que provocan ciertos hábitos nocivos de consumo.

La iniciativa ingresada a la Cámara Baja por el legislador de la UCR-NEO busca crear herramientas de prevención y protección de los niños, niñas y adolescentes, ante la existencia de comerciales que promueven el consumo de bienes o servicios perjudiciales para su salud, poniendo especial atención en aquellas publicidades que alientan al consumo de productos que conducen a la obesidad infantil o la erotización precoz.

Al respecto, el diputado Henn explicó que “los menores de edad representan una importante cuota de mercado, y por esta razón las empresas han desarrollado técnicas de marketing destinadas a ellos. Pero como aún no tienen un criterio adecuado para afrontar la publicidad, la consecuencia es que acaban deseando todo lo que ven anunciado”.

En este sentido, uno de los objetivos de la iniciativa es educar a los menores de edad en el consumo responsable y en el correcto uso de la información, así como en la debida interpretación de los mensajes publicitarios. Para ello, se propone incluir el tratamiento de esta problemática en la curricula escolar y capacitar a los docentes de todos los niveles en la materia.

A su vez, se sugiere crear campañas de comunicación dirigidas a la comunidad en general y en especial a las familias, para concientizar sobre la temática, como así también, realizar advertencias contra publicidades y servicios que utilizan la imagen de los niños de manera abusiva o para fines que no tienen que ver con sus intereses.

El legislador argumentó que “el actual sistema económico basado en el consumo hace que nuestros niños estén expuestos a una influencia comercial que los induce hacia un materialismo desmesurado. Esta situación nos preocupa, no sólo por la condición de hipervulnerabilidad de los menores de edad frente a este predominio, sino por las consecuencias de fondo que tiene esta problemática”.

Para finalizar, el autor de la iniciativa, expresó que «desde el Estado debemos generar herramientas interdisciplinarias que proporcionen control y protección a los menores”.

Funcionamiento del programa
El programa “Son Niños, No Clientes: Iniciativas contra la publicidad infantil engañosa” pretende articular las políticas públicas en los diferentes niveles de gobierno y sectoriales en relación a la promoción y protección de niñas, niños y adolescentes en tanto consumidores hipervulnerables.
Asimismo, se realizará el seguimiento, monitoreo y evaluación de la implementación de mencionadas políticas a través de la creación de un observatorio establecido al efecto.

Por último, el Poder Ejecutivo preverá en la reglamentación del Programa la coordinación a través de la Dirección Provincial de Defensa del Consumidor, del Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Educación, la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria y otros organismos especializados internos o externos como la Defensoría Provincial de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, a los que se considere oportuno integrar. Podrá, para el cumplimiento de estos fines, solicitar colaboración de organizaciones de la sociedad civil, Cámaras empresarias y Universidades para su diseño, aplicación y contenidos, así como la provisión de los recursos para el desarrollo del mismo.

La obesidad infantil y las publicidades
Según la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) que se realizó en Argentina en dos oportunidades -primero en 2007 y luego en 2012- en adolescentes de 13 a 15 años, el sobrepeso aumentó del 24,5% al 28,6% y la obesidad pasó del 4,4% al 5,9%. Una de las causas que se relacionan al aumento de los índices fue el incremento en el consumo de alimentos altos en azúcar, grasas y sal.

Asimismo, se consiguió establecer que una de las fuentes de influencia más importante en los niños, niñas y adolescentes que consumo este tipo de alimentos no saludables, fue la exposición a las publicidades televisivas.