Los diputados santafesinos no quieren arancelar la educación a extranjeros

El proyecto de un legislador de Cambiemos no suma adhesiones ni de los compañeros de bloque, y se diluye antes de ser tratado.

La mayoría de los legisladores nacionales por Santa Fe criticó la posibilidad de que la educación superior dejara de ser gratuita para los estudiantes extranjeros. Y tantos fueron los desacuerdos hacia el interior del mismo bloque oficialista, que el proyecto que impulsaba el diputado radical mendocino Luis Petri que, basado en un planteo de «reciprocidad», proponía el arancelamiento de los servicios de salud y de la educación superior para los extranjeros, terminó naufragando el mismo día del inicio de la actividad legislativa.

Todo indica que la polémica iniciativa que ni generó acuerdos en el bloque de Cambiemos no llegará a ser debatido en el Congreso de la Nación.

Consultados por La Capital, no fueron sólo los opositores los que se plantaron fuertemente en contra de la medida, sino también incluso integrantes de Cambiemos.

Uno de los más verborrágicos en contra de la iniciativa fue el jefe del interbloque oficialista en el Congreso Nacional, Mario Negri.

A través de su cuenta personal en la red social Twitter, el legislador cordobés habló de «legislar con responsabilidad» e incluso pidió «no hacer demagogia ni alentar la xenofobia».

Desde la oposición, el ex ministro de Educación de la Nación, Mario Sileoni, consideró que el proyecto «es distractivo», pero además abundó en datos concretos. «De los casi dos millones de estudiantes de todas las universidades públicas del país, 38 mil son extranjeros», detalló el ex funcionario kirchnerista, apuntando a que ese segmento representa menos del 2 por ciento del total del estudiantado universitario.

Esos mismos números desmenuzó el legislador nacional santafesino por Cambiemos y ex responsable de Políticas Universitarias del gobierno nacional, Albor Cantard, para explicar que se trata de «un gasto insignificante» y considerar sin medias tintas que un proyecto así «no tiene sentido».

Cifras que se replican hacia adentro de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde de casi 80 mil alumnos, apenas el 3 por ciento del total no son argentinos.