El espía que trabaja en la Policía de la Ciudad, fue interpelado durante tres horas en la Comisión de Inteligencia. Reveló las operaciones que se realizaron, entre otras la del Instituto Patria.
La Comisión de Inteligencia del Congreso avanzó este viernes en la investigación sobre los operativos clandestinos ordenados por la Agencia Federal de Inteligencia en la era de Mauricio Macri.
Durante tres horas, el espía que trabaja para la Policía de la Ciudad, Leandro Araque, realizó un pormenorizado detalle de las operaciones que se realizaron, entre otras la del Instituto Patria.
Lo más impactante que sorprendió a los legisladores que estuvieron presentes son los pendrive con información, fotografías y filmaciones de las ilegalidades.
“No salimos de nuestro asombro”, se escuchó decir a un dirigente.
Araque concurrió al Palacio legislativo acompañado por su abogado Fernando Sicilia, quien hizo saber que su cliente estaba dispuesto a colaborar en todo lo que estuviera a su alcance.
En la Comisión de Inteligencia se creó la semana anterior un cuerpo específico cuya misión es reunir las pruebas de la producción de inteligencia ilegal ordenada por el escribano Gustavo Arribas y la joyera Silvia Majdalani.
Ámbito pudo saber que el agente Araque fue partícipe de varios operativos y que conocía al detalle casos como el seguimiento a Cristina Fernández de Kirchner, Florencia Kirchner y el Diego Santilli.
Testigos de la reunión fueron Sebastián García De Luca, Eduardo Valdez y Leopoldo Moreau, este último presidente de la estratégica comisión.
La declaración del Araque ocurre justo cuando en los tribunales de Comodoro Py surgen movimientos con el objetivo de arrastrar la causa del Juzgado Federal de Lomas de Zamora.
El juez Federico Villena ha realizado la investigación más impactante hasta la fecha ya que abrió una caja de Pandora a partir de la confesión de un narcotraficante, apodado “Verdura”.
El otro personaje en cuestión que espera turno para prestar una declaración ante la comisión es Facundo Melo.
“Las órdenes operativas emanaba desde lo más alto de la AFI (Arribas-Majdalani)”, confesó el agente, según trascendió. Lo cual ubica a la cúpula de la central de inteligencia en el centro de la escena. Y agregó que la información llegaba a la Casa Rosada.
En el expediente que instruye Villena hay acreditados cientos de seguimientos a políticos, religiosos, empresarios y periodistas.
El espionaje M no se sabe dónde termina, pero si a la fecha se conoce quienes dieron las órdenes y quienes llevaron adelante los operativos.
Jugada sospechosa
El 10 de junio salió la resolución MP 133/20 que llamó la atención por las formas y los protagonistas. La misma dice: “Designar a partir del día de la fecha, el señor fiscal federal doctor Diego Alejo Iglesias para actuar como representante de este ministerio Público Fiscal en forma conjunta o alternada con el magistrado a cargo de la Fiscalía ante la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata”.
El punto sensible acá es que el fiscal Julio Piaggio, a cargo de la Fiscalía General ante la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, solicitó “ayuda” ante el cúmulo de tareas.
El elegido para el trabajo de colaborador se llama Diego Iglesias, quien cuenta con buena llegada a la embajada norteamericana. Y dada la sensibilidad de la causa, fuentes cercanas a la investigación desconfían de la situación.
Desde la Fiscalía General, Iglesias puede llegar a tener facultades extraordinarias para monitorear la causa en Lomas de Zamora.
Los expresidentes Cristina Fernández de Kirchner y Eduardo Duhalde, el obispo Jorge Lugones, el cura Di Paola, Horacio Rodríguez Larreta, Nicolás Massot, Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal, Luis Barrionuevo, Graciela Camaño, Carlos Rosenkrantz, son algunos de las personas que fueron espiados a pedido de la AFI durante el gobierno de Mauricio Macri.