El dramático testimonio de la atleta argentina que sufrió una peritonitis localizada en las trompas de falopio

Paloma Giordano tiene 18 años e integra la Selección Argentina de esquí acuático. La semana pasada fue operada de urgencia por una infección, que en un principio le atribuyó al uso de la copa menstrual. Pero aclaró: “Me podría haber pasado con un tampón, una toallita o un DIU. Mi intención no fue meter miedo, sino advertir que tengan cuidado frente a determinados síntomas”.

En pijama, desde el Sanatorio Mater Dei de La Plata donde fue operada, Paloma Giordano mira a cámara y relata la dramática situación que atravesó en los últimos días. “Estoy en el hospital. Por suerte ya me dieron el alta. Me acaban de sacar el suero, todavía tengo los puntos y les quería contar qué fue lo que me pasó”, arranca la joven de 18 años, integrante de la Selección Argentina de esquí acuático.

En su relato, Paloma cuenta que el miércoles 27 de enero empezó a sentir un dolor, “como si fuese de ovarios”. Dice que le pareció “raro”, porque el día anterior se le había retirado su período. También cuenta que desde hace un tiempo usa la copa menstrual (un producto sanitario que recoge el flujo de sangre en lugar de absorberlo) y sostiene que siempre creyó que había sido una buena decisión. “Es súper cómoda, súper práctica. Era lo mejor que me había pasado”, cuenta a sus seguidores en Instagram.

Al día siguiente, sin embargo, el dolor en la pelvis no cesaba. “Era súper intenso. Se me había hinchado la panza y la tenía súper dura. Me levanté más o menos a las cinco o seis de la mañana y me tomé un par de pastillas: un ponstil, que yo lo tomo para el dolor de ovarios, un Ibupirac y una Buscapina, porque no sabía si capaz el dolor era de los intestinos”, explica Paloma que, siguiendo el consejo de su mamá, fue a una guardia.

En la clínica -dice- la revisó un médico ginecólogo, le sacaron sangre y le hicieron un estudio de orina. Los resultados arrojaron que tenía un poco altos los glóbulos blancos, es decir, que podía haber una infección. Sin embargo, como ya no tenía fiebre, se fue a su casa. “A eso de las dos de la madrugada empecé con mucho dolor: lloraba del dolor”, relata la joven, que decidió volver al hospital junto a su madre.

Instalada en una habitación, a pesar de la medicación, el suero y los calmantes, Paloma empezó a levantar fiebre y a temblar. “El dolor era inexplicable: no podía mover el cuerpo, no podía mover las piernas, no podía hacer nada del dolor que sentía”, recuerda. Rápidamente le hicieron una ecografía. Aunque no había nada extraño en los riñones ni en los ovarios ni el útero, notaron la presencia de un “líquido suelto”.

“Al rato me dijeron que me iban a tener que operar”, cuenta. El viernes 29 de enero, Paloma entró al quirófano y se sometió a una cirugía laparoscópica. “Se me había hecho una infección, una peritonitis, en la trompa izquierda. Se trata, según me explicaron los médicos, de una bacteria que me entró en la vagina y se fue para las trompas”, contó la joven oriunda de La Plata, quien estimó que todo eso podría haberse generado por el uso de la copa menstrual.

Horas después de su publicación en Instagram, Paloma volvió a las redes para aclarar lo que consideró un “mal entendido”. “Lo que me pasó lo generó una bacteria y no la copita. Me podría haber pasado con un tampón, una toallita o un dispositivo intrauterino (DIU). Fue con la copita porque es lo que uso cuando tengo mi período. Mi intención no fue meter miedo a nadie, sino advertir que tengan cuidado frente a determinados síntomas”, les dijo a sus seguidoras.

Consultada por Infobae, Florencia Salort, médica ginecóloga, sexóloga y coordinadora de Extensión Universitaria del servicio de Ginecología del Instituto Universitario del Hospital Italiano, sostiene que el cuadro que manifiesta Paloma Giordano (a quien no conoce y no ha atendido) podría tratarse de una Enfermedad Pelviana Inflamatoria (EPI) cuyos síntomas más comunes incluyen dolor pélvico, fiebre, aumento excesivo del flujo cervical y/o sangrado uterino anormal o maloliente, que puede presentarse durante o fuera de la menstruación.