Dos extrañas secuelas del COVID-19

Algunos pacientes, aún con el alta médica para coronavirus, permanecen con síntomas y dolencias propias de la enfermedad. La parosmia y la fantosmia son dos de ellos.

Existen muchos casos de pacientes que contrajeron coronavirus y que, pese a haber sido dados de alta hace ya un tiempo, permanecen con síntomas y dolencias propias de la enfermedad.

La realidad es que este virus sigue generando preguntas entre los científicos y el personal de salud en todo el mundo. Si bien no hay estudios certeros sobre por qué sucede esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya habla del “COVID largo”.

En ese sentido, Janet Díaz , la responsable de la OMS encargada de encontrarle una respuesta a este flagelo que ataca a millones de pacientes, aclaró que el problema de los síntomas persistentes o prolongados no tiene todavía una explicación exacta de por qué y en quiénes sucede. En un documento reciente con nuevas recomendaciones, la OMS habla del “síndrome poscovid-19” o “COVID-19 de larga duración”.

 

Al respecto, Díaz reveló en una entrevista en Ginebra que las secuelas del coronavirus son un problema que merece “atención urgente por parte de la comunidad científica”, ya que se desconoce la razón por la que algunos enfermos manifiestan -meses después de haber sido dados de alta- síntomas como: cansancio extremo, disminución y alteración del gusto y olfato, dificultades respiratorias, problemas neurológicos y cardíacos.

Un año después del inicio de la enfermedad, que dejó más de 2,2 millones de muertos, la atención está puesta en frenar los casos de contagios y en las campañas de vacunación, sin ahondar demasiado en las causas de los síntomas persistentes.

¿Qué son la parosmia y la fantosmia?

La conductora Maju Lozano confesó en televisión que, pese a haber sido dada de alta por COVID en noviembre de 2020, todavía no recuperó el olfato. En diálogo con el médico Guillermo Capuya, reconoció que padece “fantosmia”, es decir, alucinaciones olfativas que consisten en sentir olores que en realidad no existen.

No obstante, la doctora en Medicina y Otorrinolaringóloga Especialista en Olfato y Gusto, Graciela Soler (M.N. 69927), le aclaró a Con Bienestar que ese concepto es erróneo, ya que lo que en realidad padece la conductora es “parosmia” al existir un estímulo, que en este caso sería el agua.

“POR EJEMPLO, LAS FLORES, EL CAFÉ, NO LOS HUELO. EL ALCOHOL Y LOS PERFUMES, TAMPOCO. ESTOY CASI EN CERO, ES COMO UN OLFATO SELECTIVO” (MAJU LOZANO)

Lozano había detallado en el programa televisivo que ella siente que el agua huele a yerba: “Yo los llamo `días COVID´ porque en algunos estás bien y en otros no sabés por qué, pero no tenés aire. Es horrible”. Y continuó su relato añadiendo que en su caso siente muy pocos olores: “Por ejemplo, las flores, el café, no los huelo. El alcohol y los perfumes, tampoco. Estoy casi en cero, es como un olfato selectivo”, describió la conductora tras revelar que su marido la trata de “loca”.

La especialista fue clara en la diferenciación entre “fantosmia” y “parosmia”: “Lozano dijo que le siente olor a algo específico, en su caso al agua. Eso es “parosmia”, cuando existe un estímulo preciso. En cambio, la “fantosmia” es cuando no hay nada, ningún estímulo. Se trata de un olor fantasma”.

Fuente: Con Bienestar