El conflicto en el Hospital Juan P. Garrahan, uno de los centros pediátricos de mayor complejidad del país, escaló esta semana con el anuncio de un paro total de actividades para el jueves 29 de mayo, acompañado por una movilización hacia el Ministerio de Salud a las 13 hs.
La medida fue resuelta de forma unánime en una asamblea realizada en el Aula Magna del hospital y se suma a la huelga por tiempo indeterminado que sostienen los médicos residentes, en reclamo de mejoras salariales y laborales.
La consigna de los trabajadores es clara: “S.O.S. Garrahan, salvemos el hospital”. Denuncian una situación crítica, marcada por la falta de diálogo con las autoridades y la pérdida constante de profesionales que emigran al sector privado o al exterior en busca de mejores condiciones.
Según los residentes, el salario actual está estancado en $797.061, a cambio de jornadas de más de 60 horas semanales. Además, aseguran que la última paritaria fue en el gobierno anterior y que desde la asunción de Javier Milei solo se aplicaron aumentos discrecionales del 1% mensual, lo que los deja por debajo de la canasta básica.
Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE en el Garrahan, afirmó: “Llegamos a una situación límite de vaciamiento y asfixia salarial” y ejemplificó que “un enfermero con 10 años de antigüedad no llega a los 900 mil pesos”.
En declaraciones a Tiempo Argentino, agregó: “Las víctimas son cientos de miles de niños y niñas que acuden al Garrahan cada año”, y acusó directamente al titular de la cartera sanitaria: “Lugones y los funcionarios que nombró en el hospital están decididos a vaciarlo a cualquier costo”.
Desde la farmacia del hospital, el dirigente sindical Gerardo Oroz —secretario adjunto de la misma junta— advirtió que la crisis sanitaria no es un hecho aislado: “Milei y Lugones no disimulan su propósito de liquidar la salud pública. Por eso, la pelea debe hacerse extensiva al resto del personal de salud y a la población trabajadora”.
Los trabajadores también anunciaron su participación en una audiencia pública en el Congreso el viernes 30 a las 15 hs, para exigir una ley que garantice financiamiento estable al hospital.
Presentación judicial y advertencia sobre el impacto en la atención de alta complejidad
Frente a este escenario, la dirección del hospital presentó una acción preventiva de daños ante el Juzgado Civil y Comercial Federal N.º 6, solicitando una medida cautelar urgente para que los médicos residentes retomen sus tareas habituales y las guardias.
La institución argumentó un “riesgo inminente e irreparable para la salud y la vida de los pacientes”, ante la interrupción de tareas por parte de un sector clave del personal médico. El pedido judicial incluye la habilitación de días y horarios inhábiles para que la justicia actúe con urgencia, dada la gravedad del conflicto.
La conducción del hospital remarcó que el Garrahan trata patologías de alta complejidad —como cáncer infantil, cardiopatías congénitas, trasplantes de órganos y médula ósea—, por lo cual cualquier interrupción impacta directamente en tratamientos prolongados, atención ambulatoria y respuesta ante emergencias.
El coordinador del Centro Quirúrgico, Mariano Boglione, expresó en una conferencia de prensa: “Cada profesional que atiende a un niño aquí representa años de formación rigurosa, experiencia y compromiso. Cada niño que llega al Garrahan representa una historia”.
La institución recordó que los residentes están inscriptos en un sistema de formación de posgrado, con obligación de asistir al 75% de las actividades y cumplir con las guardias asignadas para cobrar el estipendio completo. En ese sentido, se los considera parte activa del equipo de salud, con responsabilidades crecientes según su año de formación, por lo que su ausencia tiene un efecto directo sobre la operatividad general.
Desde el hospital también informaron que el 80% del financiamiento proviene del Estado Nacional y el 20% del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ambas jurisdicciones, aseguraron, “vienen cumpliendo con sus compromisos”, lo que permite mantener en funcionamiento los procesos de compras, contrataciones y pagos a proveedores.
Sin embargo, los números oficiales muestran una sangría de recursos humanos: en lo que va de 2025 ya hubo 24 renuncias de profesionales, que se suman a 56 en 2024, 46 en 2023 y 51 en 2022.
Finalmente, las autoridades del Garrahan aclararon que “no se han reducido beneficios al personal ni suspendido horas extraordinarias”, como tampoco se registraron despidos, y que están autorizados por el decreto 1148/24 a cubrir vacantes por jubilación o renuncia.