Walter Kreni en el debate: facturitas, numeritos y una artillería contra el oficialismo

Walter Kreni llegó al debate con una certeza: es el candidato que más conoce el Concejo, porque ya está ahí. Y no sólo eso, fue presidente del cuerpo. Viene de una familia de trabajadores y lo recordó con nostalgia: “Gracias al esfuerzo de mi familia pude estudiar, trabajé desde los 19 en empresas locales como Dolbi y Raíces del Norte”. Sus hijas, Jazmin y Emma, la luz de sus ojos.

En su narrativa, la política es gestión concreta, no poesía: “Eliminamos la pauta publicitaria y las ayudas sociales discrecionales, y ese dinero lo llevamos al área de becas”. También insistió en que como presidente del Concejo derivó fondos a la Mesa de Emergencia Social para comprar alimentos para los niños que más lo necesitan. Según él, eso no es relato, “eso es tener decisión política y equipo”.

En materia de seguridad, dijo haber gestionado más fiscales y patrulleros. “Asignamos un lugar para la alcaldía fuera de la ciudad para descomprimir, en Nicanor Molinas”, explicó. También propuso incorporar inteligencia artificial a las cámaras de seguridad. ¿Cómo se financia? “A través del programa Vínculos de la provincia”, respondió.

En salud, priorizó lo estructural: “¿Qué trae más salud que el agua potable y las cloacas?”. Según él, gestionaron 300 millones para obras de agua en cuatro barrios. “Funciones que no nos competen, pero las hicimos igual”, enfatizó. “Y la fotito se la sacó otro, eh”, ironizó con una sonrisa cómplice hacia el público.

En deportes y en educación estuvo flojo. Habló de la disciplina que genera la práctica deportiva y de los resultados a largo plazo. Del ámbito local recordó las becas municipales que otorgó el Concejo y cuánto está dispuesto a ayudar al gobierno provincial, pero no mucho más. Su discurso estuvo claramente encaminado por otro lado.

Sobre producción, fue directo: “Bajamos un punto del DREI, eso representa 2.000 millones que vuelven al sector privado”. También propuso congelar el ingreso de personal municipal y resignar partidas hacia servicios públicos. Para él, el orden fiscal es el primer paso hacia la inversión. En esto viene insistiendo desde su primera gestión como concejal, ha denunciado incansablemente.

«En cuanto a la participación ciudadana, la gente participa menos porque no hay confianza. Y para tener confianza hay que ir con la verdad. Y para decir la verdad tenemos que debatir ideas, que es una condición necesaria. Pero también tenemos que decir de dónde venimos y hacia dónde vamos».

 

Los números, lo que más le gusta a Kreni

«La ciudad está detonada. En la última ejecución presupuestaria gastaron 17,000 millones de pesos de un gasto total de 22,000 millones. Eso compone un 76%. Si a eso le sumamos los servicios no personales que hay, otros gastitos y facturitas, se va al 82%», comenzó.

Y siguió: «Si a eso le restamos los 1100 millones (porque lo pusieron la ejecución presupuestaria de la compra de maquinaria para servicios públicos) los valores ascienden 79 u 86%. Esa es la mayor razón por que los servicios públicos no funcionan. Porque el dinero no aparece y para hacer funcionar un motor hay que tener nafta».

 

Al choque, como en el rugby

Kreni tiene facilidad para los números y también para las chicanas. Durante el debate, descolocó a Suligoy acusando a su compañera de lista, Constanza Arzamendia, de ser una ‘levantamanos serial’. “¿Qué garantías le das a la sociedad si compartís lista con alguien que avaló todo del Ejecutivo?”, preguntó al ingeniero peronista.

Suligoy se la devolvió: «¿qué opinión te merece la decisión del gobernador de cerrar las los destacamentos de Guadalupe y América, la escuela de policías y las PAT?

El concejal no titubeó y explicó que junto a todo el interbloque se lo siguen recriminando a Pullaro. Con respecto al cierre de la escuela: «Nosotros no estamos en un centro de consumo y lo más probable que esa gente que estudia acá se tenga que ir a Santa Fe o a Rosario. Entonces, podrían tranquilamente estudiar en lugares de contención y luego venir los que se necesitan acá a la ciudad».

Eso sí, esquivó una pregunta clave sobre la reforma jubilatoria impulsada por su propio gobernador: “Estamos en el eje de seguridad, no en jubilaciones. Después te contesto eso”, dijo, generando murmullos en Bailat, quien lo había interrogado.

Werich lo acusó de usar fondos FANI con fines electoralistas. Kreni negó haber entregado dinero, pero se justificó: “En Reconquista me conocen a mí y el gobierno tenía que mandar a alguien cercano a la gente”. Una respuesta que no fue muy jurídica, pero sí muy política.

Mitchell no lo cruzó porque hay cierta afinidad política nacional: ambos militaron a Milei y son acérrimos anti kirchneristas. En lo provincial, discrepan. Es más, hilando fino a Kreni le conviene políticamente alinearse con Pullaro ahora, pero supo apoyar a Carolina Losada cuando aspiró a la gobernación. La diferencia radica en el radicalismo de la UCR y del PRO, antes de Unidos.

Y cerró con una frase que podría ser premonitoria: “Estoy en el Concejo, pero ya estoy pensando en la intendencia. Lo importante es que la ciudad esté mejor administrada, no importa desde qué lugar”.

«Nosotros tenemos la fuerza, la energía y la decisión para que venga ese cambio. Somos la única fuerza posible desde el domingo que viene».

Un debate de concejales aCALORÓNado: revivilo acá

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