En Avellaneda y Malabrigo, bastiones del radicalismo, las elecciones de este domingo no generaron sorpresa (¿o sí?). En ambas se eligieron solo concejales y triunfó el rojo y blanco, como ya es costumbre.
Sin embargo, no todo puede ser alegría si se analiza el trasfondo numérico ya que las diferencias fueron mínimas y hacen repensar a los dirigentes en por qué son menos votados que antes o por qué emergen otros partidos que antes parecían no tener lugar. Al peronismo le faltaron 250 y 13 votos, respectivamente, para llegar al Concejo.
Veamos, una por una.
Avellaneda
En la ciudad vecina votó el 49,02% del padrón, un porcentaje muy bajo, como en el resto de la provincia. Milena Zalazar, candidata de Gonzalo Braidot, cosechó 5.689 votos, lo que representa el 50% exacto de los afirmativos. Junto a ella asumirá en diciembre Mauricio Delbón, el segundo de su lista.
Una tercera banca será ocupada por Osvaldo Fernández, quien ya está en funciones, y es representante de La Libertad Avanza. Rescató 3.093 votos.
Se quedó con las ganas de debatir, el referente de Más Para Santa Fe, Luis «Patito» Lezcano, que obtuvo 2595. Sin embargo, si ‘Patito’ juntaba 250 sufragios más, entraba junto a Zalazar y Fernández y se lo arrebataba a Delbón.
Malabrigo
Con un 65,02% participante, en la ciudad jardín las diferencias fueron mucho menores y para repensar el mapa político. Que triunfó el radicalismo cuantitativamente no hay dudas, pero tanto LLA como el peronismo achicaron diferencias que en años anteriores fueron indiscutibles.
De las tres bancas que renueva el Concejo, dos serán ocupadas por Unidos para cambiar Santa Fe por 2078 votos: Javier Zampar (ya es concejal) y Lucrecia Nigra, en ese orden.
El tercer lugar se lo adjudicó Silvia Nardin, de La Libertad Avanza, gracias a 1404 votos.
Ahora bien, Dante Zanel, candidato de Más para Santa Fe, conquistó 1013 votos, es decir, 26 menos de los que necesitaba para que Nigra no entrara. ¿Buena campaña del abogado, a pesar de quedar afuera?
Los resultados confirman que el radicalismo sigue siendo la fuerza dominante en estas dos ciudades del norte santafesino, aunque ya no con la holgura de otros tiempos. La irrupción de La Libertad Avanza como tercera opción competitiva y el avance del peronismo —aunque insuficiente para alcanzar una banca— marcan un nuevo escenario político en el que los oficialismos deberán leer con preocupación el mensaje de las urnas.