Este jueves 7 de agosto, en horas de la siesta, se confirmó la identidad del cuerpo hallado semanas atrás en aguas del arroyo Curupí, camino a Puerto Reconquista. Se trata de Pablo Daniel González, de 21 años, con domicilio en el asentamiento de barrio Luján, ubicado sobre el camino a Barros Pazos.
La madre del joven, Lucrecia Benítez, de 40 años, se presentó en sede policial luego de recibir el parte oficial emitido por Fiscalía, y fue trasladada a la morgue del Hospital Regional de Reconquista, donde reconoció el cuerpo de su hijo, quien se había ausentado de su hogar desde el mes de julio.
Cabe destacar que no se había registrado denuncia ni reclamo formal por la desaparición de una persona con las características físicas del cuerpo hallado, lo que demoró su identificación. Tras la autorización del fiscal interviniente, se solicitó difundir la información a través de los medios de comunicación.
González era de contextura delgada, tez trigueña, cabello oscuro corto, y con una estatura estimada entre 1,60 y 1,70 metros. Al momento del hallazgo del cadáver, vestía sweater tipo campera negro con vivos blancos, buzo canguro beige con capucha, remera celeste, pantalón deportivo negro marca Nike, zapatillas negras marca Fila con suela blanca y una gorra azul con visera y logo Red Bull.
Entre las descripciones más distintivas que permitieron su reconocimiento se encuentran varios tatuajes: en el brazo derecho, un brazalete de alambre de púas y una rosa con la frase «Nunca es tarde para empezar de nuevo»; en la parte interna del mismo brazo, la palabra “Mamá”; en el antebrazo izquierdo, otra rosa con la palabra “Uma” y un diseño de latidos que finaliza en un corazón rojo; y en la pantorrilla derecha, el contorno de un tiburón.
También portaba un aro plateado en la oreja izquierda y un anillo tipo de compromiso en el dedo anular de la mano derecha.