Reconquista vivirá este martes una instancia inédita: el primer juicio por jurados de su historia, en el que será enjuiciado Bruno Luis Martínez, de 23 años, acusado de matar a golpes a su hijastra de tres años.
El proceso se realizará en los tribunales de calle Lucas Funes y tuvo programación para tres jornadas consecutivas: martes 9, miércoles 10 y jueves 11. Estará dirigido por la jueza Claudia Bressán, mientras que la acusación quedará en manos de la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Georgina Díaz.
La defensa del imputado fue ejercida por la defensora pública María Noel Severo. Desde el inicio de la causa Martínez permanece detenido con prisión preventiva.
Como en otras experiencias recientes de juicios por jurados en la provincia, la Oficina de Prensa del Poder Judicial transmitirá por YouTube los alegatos de apertura y cierre, además de las instrucciones previas a la deliberación y la lectura del veredicto. Para el público local, se habilitó un salón donde se replicará la transmisión en vivo.
El hecho: la secuencia que terminó con la muerte de la niña
El 8 de enero de 2024, la madre de la niña, María Adelina Vallejos, acudió a un centro de salud del barrio Itatí debido al grave estado de su hija menor.
Desde allí, la trasladaron al Hospital Central de Reconquista, donde ingresó con lesiones severas en la cabeza, politraumatismos y convulsiones. Los médicos la operaron de urgencia y la llevaron a terapia intensiva, donde quedó con asistencia respiratoria mecánica.
En la evaluación clínica también se detectaron signos compatibles con abuso sexual, aunque no se pudo establecer de inmediato la antigüedad de esas lesiones. La madre aportó datos confusos a los profesionales y a la policía, debido a sus dificultades para leer, escribir y comprender, situación que quedó asentada en las primeras actuaciones.
La niña permaneció internada apenas un día. La noche del 9 de enero, cerca de las 22.30, falleció por la gravedad de las lesiones.
Con ese desenlace, la investigación avanzó hacia la responsabilidad de Martínez, pareja de la madre, con quien convivía en una vivienda muy precaria del barrio Virgen de Guadalupe junto a la niña fallecida y a su hermana de siete años.
La policía lo detuvo ese mismo día, mientras la hermana mayor fue retirada del hogar y quedó bajo el cuidado de un familiar. Asimismo, se estableció un entorno de violencia constante y un nivel extremo de vulnerabilidad para ambas niñas y para la propia madre.
La noticia generó indignación en el barrio Guadalupe y, durante la tarde del 10 de enero, un grupo de vecinos ingresó a la vivienda de Martínez, la saqueó y luego le prendió fuego en señal de represalia. Bomberos intervinieron para apagar el incendio, mientras el acusado permanecía detenido.
Con el correr de la investigación, el Ministerio Público de la Acusación imputó a Martínez como autor de homicidio triplemente agravado: por ensañamiento, por alevosía y por mediar violencia de género, al tratarse de un hombre que atacó a una niña en situación de absoluta indefensión.
Este encuadre legal implica una pena de prisión perpetua en caso de ser declarado culpable, y será justamente el jurado popular quien definirá el veredicto. Tras diez meses de prisión preventiva, Martínez llegará al juicio bajo ese cargo.
La niña golpeada por el padrastro tiene signos de abuso sexual. Él ya fue detenido
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