Un remisero enfermo de Loma Hermosa y un alcohólico, los prestanombres usados para lavar la fortuna de Lázaro Báez
Cuatro años después, el juez Sebastián Casanello procesó en el caso emblema de la corrupción con obra pública a varios contadores y financistas como Guillermo Greppi, involucrado en la trama de sociedades para supuestamente canalizar el dinero del clan del empresario. También encontró otros nombres, víctimas del negocio, con sus historias
José Luis, de 57 años, con domicilio en Loma Hermosa, terminó sentado en una silla en la que quizás jamás se habría imaginado: la de un imputado en una causa por un delito federal de alta combustión política. Justo él, que venía de la nada, era acusado de algo feroz: ser un engranaje en el lavado de la fortuna sucia de Lázaro Báez, más de 120 millones de pesos.
Así que José Luis, al contrario de lo que usualmente hacen los imputados en ese tipo de cau...