En su intento de domar la crisis económica heredada, zigzagueó entre la ortodoxia y la herodoxia económica. Buscó tres objetivos inmediatos: reactivar la economía, reducir las expectativas inflacionarias y pavimentar el camino de la renegociación de la deuda. Pero todavía nadie quiere arriesgar pronósticos sobre los posibles resultados. FUENTE: AireSeguir leyendo