Enorme falta de territorialidad del gabinete de Lifschitz

Los Ministros de Miguel Lifschitz casi no conocen el interior de la provincia, y a un año de gestión hay algunos que ni siquiera pisaron el norte santafesino.

Leonardo Rolón

El gobernador de la provincia se ha caracterizado por una enorme actividad y presencia en casi todos los pueblos de la provincia de Santa Fe y es por lejos el que más ha visitado el norte de los últimos gobernadores. Pero claramente sus ministros no siguen ese ejemplo.

La falta de territorialidad de los ministros se nota fuertemente en las comunidades del interior provincial, pero fundamentalmente en el norte donde algunos ni siquiera han pisado en esta gestión.

Si bien es cierto que Lifschitz quiere imprimirle una impronta muy especial al norte en materia de obras públicas y los anuncios son prometedores, no se puede descansar la política exclusivamente en materia de hormigón. La población necesita otro tipo de compromisos de los funcionarios en materia de contención cultural, deportiva, recreativa y políticas sociales.

La pérdida de visibilidad de los ministros en el norte genera una enorme sobrecarga de expectativas ante cada visita del gobernador, y que muchas veces no pueden ser salvadas porque son requerimientos o peticiones puntuales de la comunidad.

La Ministra de Cultura, María de los Ángeles «Chiqui» González ha desaparecido del norte santafesino en este año de gestión donde el único lugar que pisó fue Vera para un acto. En el resto de las localidades no se hizo presente y en algunos casos ni siquiera impulsó programas o actividades. Como si el norte no importara en materia de destaques culturales. La ausencia de este ministerio en el norte es notable y no parece haber excusa válida para seguir sosteniendo este tipo de descuidos.

Otro de los ministerios con enorme falta de visibilización, pese a un par de actos realizados en Reconquista, es el de Ciencia y Tecnología, Eduardo Matozo, a quien reclaman en todas las localidades donde ni siquiera le conocen la cara. Al parecer, para este ministerio el norte termina en Reconquista.

Ricardo Silberstein, de Justicia y Derechos Humanos, también tiene una marcada ausencia institucional en el norte santafesino y pese a ser un año importante en materia judicial y donde el sistema procesal tiene enormes inconvenientes y está a punto de llegar al colapso absoluto, el titular de la cartera prefirió evitar el agotamiento de los viajes.

En materia de Seguridad, Maximiliano Pullaro es otro de los reclamados por las instituciones del norte. Si bien tuvo algo más de presencia que los anteriores, si se compara con las necesidades que plantea la población su ausencia es mucho más notoria.

Julio Schneider, de Obras Públicas; Miguel González, de Salud; Gonzalo Saglione, de Economía; y Jorge Álvarez, de Desarrollo Social, pisaron un par de veces la capital departamental pero no hicieron recorridos por la región. Ni hablar del noroeste. Ni siquiera está en su mapa.

José León Garibay, pisó el norte en un par de ocasiones y pese a tener consigo un paquete de anuncios y millones de pesos repartidos, es poca la visibilización que ha obtenido en las localidades del norte y del noroeste.

El Ministro de Medio Ambiente, Jacinto Speranza, tuvo más presencia en la región pero al ser del norte santafesino (Reconquista) se esperaba ciertamente mucho más de él. Algunos pocos actos y presencias junto a otras autoridades no alcanzan para que pueda llevarse un aprobado al finalizar un año de gestión. Se espera de él que sea un vínculo entre el gobierno y las instituciones de la región, algo que no logró.

En las antípodas están los ministros de Educación, Claudia Balagué; Producción, Luis Contigiani; y Gobierno Pablo Farías. Estos ministros han tenido fuerte presencia en la región, principalmente los dos últimos. Y sus gestiones, más allá de los resultados finales, son mucho más aceptadas por la población de localidades que esperan la visita de las autoridades provinciales para realizar planteos. El estar lejos de los centros de gobierno (Santa Fe y Rosario) impide que las instituciones intermedias (Clubes, ONGs, Vecinales, etc.) puedan acceder a estos mandatarios a menos que sean ellos los que visiten las localidades del interior.

Esto es algo que Miguel Lifschitz entendió desde el primer momento y es por eso que se contabilizan ya más de 20 visitas a distintas localidades del norte santafesino. Pero el gobernador no puede absorber todas las demandas él solo, para eso convocó a un equipo. Lamentablemente para él, este grupo de gente no siguió, en un año, su ejemplo.