Así lo reflejó el Fiscal Rubén Martínez marcando la presión que existe en la sociedad por la causa Néstor Monzón.
Sin lugar a dudas la Causa Monzón no es una más para los tribunales de Reconquista y genera enormes presiones hacia los fiscales pero también a otros profesionales que se niegan a constituirse como peritos para que se realicen las pruebas fundamentales.
Esta semana se conoció que el psicólogo que estaba designado para la realización de la segunda Cámara Gesell se negó aduciendo no estar preparado para trabajar con menores de esa edad. Pero el problema no se acaba ahí. Es que consultaron con la mayoría de los psicólogos de la zona y ninguno quiere hacerse cargo del tema por la enorme presión que hay en este caso.
Rubén Martínez marcó la diferencia de este caso con muchos otros donde los profesionales se agolpan en la puerta de tribunales para ser convocados por la justicia para realizar distintos peritajes a cambio de los jugosos honorarios que paga el poder judicial.
“Yo diría que si el caso no tuviera tanta polémica, y una de esas polémicas es porque hay un sacerdote al que se está investigando, seguramente habría una mayor predisposición” de los profesionales para realizar las medidas de prueba, en este caso la Cámara Gesell.
“No sé si las víctimas están siendo sometidas a tratamientos por profesionales particulares”, dijo el Fiscal abonando a lo que desde hace un tiempo se viene comentando que es que los menores no están siendo atendidos por psicólogos porque el imputado de la casusa es un miembro de la iglesia.
El Fiscal dejó tranquilidad aclarando que “de todos modos eso se va a hacer” y que “vamos a conseguir el profesional adecuado” para que se pueda reflejar el testimonio del segundo menor denunciante.
Vale mencionar también que la fiscalía solicitó un listado de psicólogos que trabajan para la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe pero desde la corte respondieron que no existe un listado de profesionales y que habrá que buscar en el ámbito privado.
Ahora las querellas, la defensa, la fiscalía y hasta el juez se pusieron en campaña para poder conseguir un psicólogo que pueda realizar la prueba cuanto antes y de esta manera resolver finalmente este paso que viene demorando la causa. Esta semana la familia del nene se constituyó como querellante a través del abogado Adrián Picech.