El Femicidio y sus incidencias psicológicas

Columna de opinión de la Psicóloga Lucrecia Cripovich en Semanario Reconquista.

Esta semana, Reconquista se encontró nuevamente conmovida por una nueva audiencia en un caso emblemático de femicidio local, donde se solicitaba la libertad de la persona que se investiga de este hecho, hasta la hora del juicio oral. Conmoviendo y sensibilizando a un gran número de organizaciones y de la población local, ante tal pedido. Que de forma muy acertada y conmensurada, su señoría el juez de la causa el Dr Gonzalo E Basualdo, denegó ese pedido.

Ahora la pregunta es ¿qué es el Femicidio, que implica y por qué genera tanta movilización interna en la mayoría de las personas?

El Femicidio según describe la activista y escritora feminista, Diana Russell, promotora inicial del concepto, “es el asesinato de mujeres por hombres motivados por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres”.

Se encuentra dentro del grupo vinculado al concepto de violencia de género. El cual podemos pensarlo como un acto de violencia extrema contra las mujeres en una cultura patriarcal.

Citando a uno de nuestros mayores referente en el ámbito penal del norte de Santa Fe, el Dr. Gonzalo E. Basualdo, Juez Penal del Colegio Distrital de Jueces de la IV Circunscripción, quien describe al Femicidio, desde el área legal, de la siguiente forma “Refiere al homicidio cometido por un hombre contra una mujer cuando la motivación del mismo, tiene a la misma como víctima por su condición de tal y atendiendo a una concepción social machista por la que se la considera inferior”; por lo que expuesto esto, podemos hacer una observación de la importancia que se debe tener tanto su conocimiento en profundidad, como la información sobre estos temas, para destinar acciones de prevención, asesoramiento, acompañamiento y contención de las víctimas, sus familiares y mujeres que pudiesen estar en peligro.

Este mes, tuve el agrado de poder presenciar, en la ciudad de Reconquista, dos obras teatrales, que describen muy bien el lugar de las mujeres en nuestra sociedad Argentina y Reconquistense. Las cuales se llaman “Se dice de mí” y “Casa Laberinto”, desde la dirección de Mariana Gómez Sandrigo, donde personifica de una manera tan sensible, como, con el paso tiempo, la mujer fue ganando derechos en un mundo manejado y organizado por hombres. En ellas, se pueden apreciar este lugar que muchas veces hasta el día de hoy se sigue manteniendo en la figura del patriarcado nocivo desde el machismo y el lugar desdibujado en que se pone como menos a la mujer con respecto del hombre.

Esta concepción patriarcal machista, viene desde muchos siglos anteriores, y los mismo se fueron pasando de generación a generación por medio de una educación genérica desigual, con roles asumidos y reforzados según el sexo de cada uno. Donde se acentúa el machismo, el sentido de pertenencia de la mujer al hombre, exigiendo a la mujer sobre apego y dependencia emocional a su pareja. Generando falta de habilidades del manejo adecuado de los estresores psicosociales. Empujando a dolencias psicológicas como son trastornos psicosociales que implican la dificultad de manejar la ira y los impulsos negativos, poca tolerancia a la frustración, baja autoestima, angustia de separación, traumas en familiares cercanos como pueden ser los hijos al presenciar estas situaciones violentas, estrés postraumático, hiperafectividad y abusos de sustancias.

Siendo las posibles consecuencias, las más trágicas pensadas para nuestra sociedad y las familias afectadas, remarcando como por ejemplo la violencia hacia la mujer desde lo psicológico, social, económico, físico, estrés postraumático, hasta poder llegar a su muerte, generando, como describí más arriba, traumas en familiares cercanos, y hasta llegando a dejar posibles niños, niña y adolescentes huérfanos.

Por eso me parece importante que cuanto antes se tome conciencia, conocimiento y medidas para prevenir y revertir esta situación, comenzando por nuestras casas, evaluando que tipo de enseñanza les estamos dando a nuestros hijos, que participemos de la concientización a la población, que dejemos de criticarnos entre mujeres y empecemos a apoyarnos, ayudando a las personas que están padeciendo algún tipo de violencia, acompañando, escuchando y conteniendo, sin prejuzgar al otro.

Como ciudadanos es importante estar informados e involucrados en la temáticas, para poder crear un mundo mejor y permitir a nuestras generaciones no tener que pasar por esta condición tan perjudicial para todos, pero sobre todo para esos hombres machistas, que son afectados de tal forma negativa social y psicológicamente, que pueden llegar a destruir todo lo que los rodea, lastimando a tantas otras personas que no se lo merecen, dejando a su paso todos los días una nueva víctima de femicidio.

Hay que seguir luchando para que no vuelva a haber otra Ana Maria Acevedo, Vanesa Zabala, Erminda Dejean, Celia Ortiz, Lorena Bustamante, Carmen Encima, Natalia Fernández, Norma González, Macarena Ardit, Luciana Casali, Nelsi Vicentin, por solo nombrar las mujeres de nuestra zona. Ni una menos nunca más en ningún lugar del mundo.