Lifschitz suspendió la consulta por la Reforma de la Constitución

El gobernador de la provincia decidió postergar la consulta popular que iba a realizarse este 16 de junio en medio de las elecciones provinciales.

Así lo comentó Lifschitz en Conferencia de Prensa

Siempre creí que el debate sobre una reforma constitucional en Santa Fe, que ocurre muy de tanto en tanto en la historia de una provincia, debía ser un proceso que sirviera para unir a los santafesinos en una discusión sobre el futuro, que se asentara sobre los acuerdos y consensos políticos y sociales del presente, y que fuera un legado a las nuevas generaciones. Por ese motivo impulsé este proyecto en la legislatura el año anterior, pero no quise forzar una definición ajustada en los votos, ante el evidente cuestionamiento de sectores importantes de la oposición. 

Así es que, tomando justamente propuestas como las del hoy candidato del PJ, Omar Perotti, convoqué a una Consulta Popular, que, para que se encuadrara en la Constitución, debía ser no vinculante y no obligatoria, como una manera de promover la participación libre del pueblo en un hecho democrático y que además, para que no resultara oneroso para el Estado y engorroso para la gente se realizaría en conjunto con las elecciones generales. Vamos a plantear la reforma en 2019, con una boleta más:  Reforma a la Constitución, Si o  No. Que sean los santafesinos los que decidan”, decía el senador Perotti en un reportaje del Diario La Capital el 14 de enero de 2018. Coincidí con él en que era una gran oportunidad para hacer un ejercicio de participación directa de la  ciudadanía y para avanzar en la calidad democrática de la provincia. 

Sin embargo, hoy ya sin excusas, buscan poner nuevos obstáculos para evitar un dictamen popular y un debate positivo sobre el futuro. Está claro que no quieren la Reforma, como no la quisieron nunca, y que le tienen miedo a la participación ciudadana. 

Para ello se está promoviendo una campaña artera e irresponsable para generar sospechas sobre el proceso electoral en marcha en la Provincia, quizás preparándose para cuestionar el resultado si la voluntad popular no los favorece el 16 de junio. 

Primero se intentó cuestionar el proceso de las primarias abiertas, generando dudas sobre el software utilizado, lo que finalmente quedó absolutamente desvirtuado por un escrutinio provisorio incuestionable a pesar de la complejidad del conteo en las mesas y un escrutinio definitivo que confirmó los números previos. 

Luego se impugnó ante el Tribunal Electoral la realización de la Consulta Popular, lo que fue rechazado en dos oportunidades por el mismo. Ello obviamente echa por tierra el argumento de inconstitucionalidad planteado, atento a que el Tribunal Electoral está presidido por la Presidenta de la Suprema Corte.

Finalmente, el pasado lunes se anuncia que se desconocerá el resultado de la Consulta, yendo más allá todavía y argumentando que «se van a enturbiar los comicios» o que «no estamos tranquilos por lo que pueda pasar en los lugares de votación con urnas paralelas y militantes del oficialismo dando vueltas por las mesas» 

Y luego se ofrece hacerlo por ley, según un proyecto del diputado Mirabella, presentado en la Cámara el 7 de marzo de 2018 que plantea exactamente lo mismo que el decreto, salvo que lo propone como una Consulta vinculante, lo cual él debiera saber que sí es claramente inconstitucional. No puede ser vinculante de ninguna manera. 

Hoy mi primera prioridad y principal responsabilidad es garantizar la transparencia del proceso electoral y no dar ningún espacio para que se pueda cuestionar o poner en duda, como ya se intenta hacer, ni el proceso ni el resultado, en una elección que probablemente será muy disputada. Y además preservar la discusión sobre la Reforma de la Constitución del bastardeo con el que se intenta ensuciar el debate, para utilizarlo en el marco de la campaña electoral. 

Por tal motivo, he decidido suspender la aplicación del decreto, para no dar ninguna excusa a que se pueda enturbiar el proceso electoral, en una provincia que hace muchos años dejó atrás el tiempo en que se tiraban urnas al río o se tardaba meses en un recuento definitivo para saber quién era el gobernador, y que se caracteriza por contar con el sistema electoral más transparente del país. 

Desde el año 1994 Santa Fe está en situación de mora constitucional al mantener una Constitución que está en contradicción con la Constitución Nacional en algunos aspectos y retrasada respecto de ésta en otros. Transcurrieron 25 años. Ya tendremos tiempo para profundizar la democracia y promover no solo ésta sino otras consultas sobre temas trascendentes para los santafesinos.