Sangría de reservas obliga al Gobierno a evaluar un endurecimiento del cepo

Desde las PASO se perdieron casi u$s20.000 millones. Analizan bajar el límite de u$s10.000 mensuales. Lacunza lo descartó la semana pasada.

La megadevaluación luego de las PASO obligó al Gobierno a reimplantar restricciones cambiarias para tratar de ponerle un freno al dólar. El salto de la divisa a más de $60 en solo cuestión de horas alarmó a los mercados y a la economía en general, disparó los precios para los consumidores, y alteró los nervios en Casa Rosada. Ahora, la sangría de reservas que no cede empuja a los responsables del área económica a repensar el cepo, con mayor dureza.

El cepo parcial que rige desde el lunes 2 de septiembre impide a las personas físicas comprar más de u$s10.000 por mes y transferir al exterior más de esa misma cantidad. Pero no es una restricción total, ya que si quieren exceder esos montos deben pedir autorización al BCRA. El mecanismo es similar para las empresas.

La decisión del Gobierno, sin embargo, no frenó la fuga. De hecho, ayer debido al pago de vencimientos de títulos públicos, y a la intervención oficial en el mercado de cambios, las reservas del Banco Central cayeron u$s563 millones. Por lo que desde las PASO ya acumulan una sangría de u$s19.423 millones (-30%). Los activos internacionales del BCRA terminaron en u$s46.885 millones, lo que representa casi un 30% menos que lo registrado el 9 de agosto pasado (el último día hábil previo a las elecciones primarias).

Esta sangría que no frena obliga al Gobierno a repensar el cepo. Pese a que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, dijo la semana pasada que no evalúan endurecerlo, no son pocos los funcionarios que lo creen necesario, y muchos economistas que lo avalan. «Las medidas están funcionando y no tenemos un cambio en cartera sobre ese tema», afirmó hace solo 5 días el reemplazante de Nicolás Dujovne.

Ahora, hay quienes opinan que la restricción debería bajarse a por lo menos u$s5.000 mensuales, aunque algunos más drásticos ya piensan en u$s2.000 o incluso u$s1.000. Por ahora, nadie del Gobierno expresó en público nada distinto a lo que aseguró Lacunza, y de tomarse una medida de este tipo sería luego de las elecciones del próximo domingo.

Depósitos en dólares
En tanto, los depósitos en dólares del sector privado vienen en caída desde las elecciones primarias, y si bien se ralentizó la pendiente, el stock está cerca de perforar el piso de los 20.000 millones.

El stock de dólares depositados por ahorristas y empresas en los bancos públicos y privados del país se ubicó en los 20.911 millones de dólares el 16 de octubre, según la última información disponible en la base de datos del Banco Central.

Estos fondos mostraron una caída del 35,7% desde el lunes 12 de agosto, el día posterior a las elecciones primarias, dado que cayeron desde los 32.500 millones de dólares hasta los actuales 20.911 millones. Los ahorristas argentinos y las empresas se llevaron de las cajas de ahorro y plazos fijos unos 11.589 millones de dólares en dos meses.

El stock total de dólares en los bancos, correspondientes a titulares residentes en el país (sector público y sector privado), excluyendo los correspondientes a entidades financieras, se ubica en los 23.342 millones.

Esos fondos cayeron un 33,8% (equivalentes a 11.901 millones de dólares) desde las elecciones primarias.

De acuerdo a los registros del Banco Central, el stock de depósitos en dólares mostró cierta estabilidad en la última semana registrada, entre el 9 y el 16 de octubre.

El efecto elecciones
Mientras tanto, el mercado opera atento a las elecciones del próximo domingo, en el que ahora sí podría haber una definición de quién será el próximo presidente. Alberto Fernández obtuvo una ventaja considerable en las PASO que lo transformaron en virtual mandatario electo. Sin embargo, las Primarias no son las Generales, y por eso el destino de un cambio de Gobierno o la continuidad de Mauricio Macri.

Tanto así que ya ayer Alberto Fernández advirtió: «Quisiera que si el resultado le resulta adverso, Macri no se enoje como hizo la última vez y no maltrate a los argentinos y no libere al dólar, como ocurrió la última vez, según cuenta alguna causa judicial que hay en Buenos Aires».