La legislatura le metió un freno a los proyectos tributarios y de emergencia que pidió Perotti

Tres ministros negociaron con senadores y diputados, pero hasta anoche no había acuerdo. Sólo se logró el aval de la Cámara baja al Consenso Fiscal 2019.

La Legislatura santafesina es un hormiguero pateado. A tal punto que anoche Diputados dio media sanción a la adhesión al Consenso Fiscal 2019 que envió el gobernador Omar Perotti, pero el Senado no sesionó. La Cámara alta debía avanzar en otras leyes urgida por el Ejecutivo, reforma tributaria y varias emergencias. Allí el escenario del oficialismo peronista es nebuloso. Y anoche se hablaba de que el propio jefe de la Casa Gris buscará destrabarlo reuniéndose con los senadores.

Las urgencias del gobierno pusieron a las corridas a propios y extraños en la Legislatura. Causantes del alboroto sostenido fueron los proyectos de Consenso Fiscal y de emergencias social, alimentaria y sanitaria, Económica, financiera y fiscal, en contrataciones y en seguridad. Ninguna de las iniciativas representaba sorpresa alguna ni era inesperado, ya que el propio Perotti las había adelantado en la campaña y, una vez electo, tanto él como sus partidarios y ministros no hablaron de otra cosa: la escasez de fondos y cómo conseguirlos.

El Ejecutivo busca aumentar la recaudación y, por eso, quiere tener antes de fin de año aprobadas herramientas que le permitan hacerse de fondos (subas de impuestos) y una disponibilidad de los mismos más liberalizada que las leyes que los regulan. Para eso son las emergencias que, en los hechos, permiten disponer de recursos para compras y contrataciones casi a sola firma y sin avisar al poder controlante (la Legislatura), aunque igual prevea una comisión bicameral de seguimiento.

No obstante, el lunes pasado los diputados de la oposición se quedaron esperando al ministro de Economía, Walter Agosto, supuestamente prometida por la Casa Gris. Ese mismo día, poco antes de las 21, recién ingresaron los proyectos en cuestión.

Para entonces, el oficialismo (en casi todas las gamas de peronismos y socios satelitales) recordó hasta el cansancio el déficit y la deuda flotante que les dejó el socialismo durante la gestión de Miguel Lifschitz. «Necesitamos un gobierno con mayores facultades para accionar sobre la emergencia de salud, social y de seguridad que padece Santa Fe», se justificó Leandro Busatto.

La oposición (socialistas, radicales y otros) hizo su papel y denunció que el megaproyecto que el gobernador pide tratar con urgencia es «un caballo de Troya que esconde superpoderes» para el rafaelino.

«Ningún gobernador de la democracia tuvo, hasta la fecha, ese tipo de competencias. Estamos dispuestos a sentarnos a negociar normas racionales para que Perotti pueda llevar adelante su plan de gestión, pero no vamos a permitir que se anulen los controles legislativos y permitir cualquier capricho», se quejó el diputado socialista Joaquín Blanco.

Pero luego de discutir en Diputados si votaban un apartamiento del reglamento para sesionar el lunes próximo, propuesto por Joaquín Blanco (Frente Progresista), o un cuarto intermedio hasta hoy, como querían los peronistas, la cosa quedo en nada. Y ello porque Blanco retiró su moción. Es decir: la sesión del lunes nunca se votó y, al final, la de ayer se dio por cerrada. Tampoco se aprobó el cuarto intermedio para hoy porque, argumentaron en el FPCyS, no se dio el requisito de que el Senado sesionara para poder hacer el cruce de las leyes.

En rigor, Diputados ya no sesionaría hasta el año próximo. No obstante, fuentes parlamentarias se inclinaron por confiar en que prime la racionalidad y el inconveniente se subsane con una convocatoria del presidente del cuerpo, Lifschitz, llamando a una última sesión extraordinaria sin que sea cuestionado reglamentariamente por nadie. Pero, casualmente, anoche nadie estaba en condiciones de afirmar que esa sería la salida.

En todo caso, algunos especularon con que la oposición de socialistas, radicales y demás balconearían hoy la interna entre el Ejecutivo y los senadores del PJ (sobre todo los díscolos) y después se vería. «Diputados cumplió hasta ahora. Le toca al peronismo la próxima movida», desafiaron.

Los cruces mediáticos sumaron dramatismo al desfile de los tres ministros enviados por la Casa Gris a ambas Cámaras. Walter Agosto (Economía), acompañado por su par de Gobierno, Esteban Borgonovo, y de Gestión Pública, Rubén Michlig, estuvieron cerca de cinco horas conversando con los senadores, para luego hacer lo propio con los diputados (al menos un par de veces).

Luego de la reunión con los senadores, Michlig aseguró en un comunicado oficial que las leyes son necesarias «porque la situación es extrema, hay dificultades muy serias en el funcionamiento del Estado», y que en la reunión se hicieron conocer los detalles de los dos proyectos remitidos: uno referido a la política tributaria para 2020 y el otro a la emergencia en términos económicos, fiscal y policial.

El déficit está acreditado en el orden de los 9.000 millones de pesos, pero falta todavía que corra diciembre, el sueldo anual complementario y un sinfín de gastos sin tratamiento presupuestario. «El aumento del impuesto inmobiliario máximo será del 40 por ciento (rural) y del 44 por ciento (urbano). El promedio ronda el 35 y el 37 por ciento», precisó el ministro.

Diputados discutió anoche la aprobación de la adhesión al Consenso Fiscal firmado con el gobierno de Alberto Fernández (suspende por un año el consenso de 2017) y hoy hará lo propio el Senado. A su vez, el lunes Diputados deberá pronunciarse (la mayoría opositora dijo que no acompañará las emergencias, aunque si aprobaría las reformas impositivas) sobre las leyes que ayer debatían los senadores.

Escenarios

En el Senado las miradas también confluyen en el PJ, que recientemente mostró fisuras cuando seis legisladores acaudillados por Armando Traferri avalaron el presupuesto 2020 enviado por Lifschitz a días de irse, pese a la oposición de Perotti.

En ese sentido, Agosto no dejó pasar el reproche: «Este es un gobierno que ni siquiera tiene un presupuesto que no elaboró». Se dijo, sin más detalles, que los senadores se reunirían con el gobernador precisamente para discutir esas leyes.

Pasadas las 20.30, y con modificaciones, los diputados votaron (38 a favor y siete en contra) la adhesión al Consenso Fiscal. Pero eso, hasta ahora, a la Casa Gris le sirve de poco. A la oposición, en cambio, le alcanzó para exponer al oficialismo como un frente que todavía no actúa monolíticamente.

Congelamiento de dietas

Los senadores nacionales del interbloque de Cambiemos presentaron ayer un proyecto de resolución en el que proponen suspender por 180 días los incrementos de las dietas de los legisladores de la Cámara alta. Con la firma de 19 de los 27 miembros de la principal bancada de la oposición, el documento sostiene que durante el plazo en que se mantenga esa suspensión el Senado «realizará un estudio a fin de establecer parámetros con criterios objetivos a los cuales deberán ajustarse las actualizaciones de las dietas». La propuesta lleva la firma de, entre otros, Luis Naidenoff, Julio Martínez, Guadalupe Tagliaferri, Humberto Schiavoni, Silvia Elías de Pérez, Stella Maris Olalla, Mario Fiad, Julio Cobos y Esteban Bullrich.