Luego de una semana de faltante de combustibles en distintos puntos del país y de aplicación de cupos o limitaciones en la carga en algunos casos, este miércoles las petroleras informaron de una nueva actualización de sus precios.
La empresa de bandera, YPF, confirmó un incremento del 7,6% desde las 00:00 del miércoles 1 de noviembre. Sin embargo, en lugares como CABA, se registran subas de hasta el 9%. En cuanto a las demás compañías, Shell y Axion ajustaron 7,6% en promedio y la propietaria de PUMA en un 7,8%. Según la agencia de noticias NA, en el interior del país los aumentos son del orden de 10%.
En principio las subas responden al vencimiento del acuerdo que el gobierno había hecho con las petroleras y que ponía fecha limite el 31 de octubre. Esto se había firmado luego de un aumento del 12,5 que hubo en agosto, que a su vez se aplicó despues de la devaluación que el gobierno realizó después de las PASO.
Qué trae el futuro cercano
Aunque la incertidumbre siempre es la regla, en estas horas el gobierno se encuentra en plena negociación con las petroleras para establecer los futuros aumentos.
Este miércoles Massa les hizo un guiño a las empresas al postergar hasta el mes de febrero la suba de impuestos que impactan directamente en los precios de la nafta y el gas oil. Fue a través del decreto N° 576, que establece que las dudas de las cargas fiscales comenzarán a regir desde el 1 de febrero de 2024.
Mientras tanto, la caótica semana que se vivió en los surtidores va quedando atrás y la situación se normaliza lentamente en todo el territorio nacional. Volvió la NAFTA, pero volvió más cara.
Un dato importante que cita el medio «Ambito.com» es que cada 10% que aumentan los combustibles, el impacto a la inflación es del 0,3% de efecto directo y el 0,3% de efecto indirecto. En total es el 0,6% el impacto que debería tener en la inflación.