Vergonzoso: SanCor cierra una fábrica por un conflicto sindical y la escasa producción

Imagen: el pasado 19 de octubre SanCor desechó 100.000 litros de leche que no pudieron procesarse debido al conflicto sindical. (Fuente: El Observador)

 

La cooperativa láctea informó que cierra definitivamente una planta productora de quesos blando en San Guillermo, Santa Fe, ante el conflicto sindical que disminuye las horas de trabajo diarios, la producción y los ingresos.

La fábrica se había reactivado a mediados de este año, después de tres años de inactividad. La reactivación se dio gracias a un convenio con una empresa llamada Aristeo S.A, que la proveía de leche de la zona.

Desde mediados de octubre, Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina) viene realizando asambleas de 4 horas en la fábrica, que luego pasaron a 6 horas, achicando el tiempo destinado  la producción. Vale aclarar: en cada turno de 8 horas, había paro durante 6 horas.

Acusaciones cruzadas y las causas del conflicto

Según SanCor, las medidas de fuerza se deben a que el gremio no logró su objetivo de concretar un fideicomiso «de la mano de empresarios, que no tenía ni la capacidad económica, ni de gestión, para un negocio de esta importancia, y en el cual el gremio aspiraba a participar en su dirección»

Desde ATILRA, aseguran que la lucha se debe a que pretenden que la empresa regularice cuestiones salariales y, a su vez, la cooperativa láctea responde que hicieron una oferta sobre el tema y que el sindicato ni siquiera consideró y, además, le comunicó a los trabajadores que no hubo propuesta. En los últimos días, ATILRA también amenazó con denunciar a SanCor por evasión fiscal.

Lo cierto es que la resolución tomada por la cooperativa láctea es la menos conveniente para todos. Hasta el día de la decisión, trabajaban en la planta de San Guillermo 26 personas. Página 12 advierte que el malestar fue en aumento y muchos trabajadores manifestaron deseos de volver a trabajar y preocupación por su estabilidad laboral.

Por eso, es válido reiterar que el cierre definitivo, más allá de los argumentos de cada parte, es la peor de las salidas. Sin embargo, el conflicto ya ha tenido otras consecuencias, como la falta de productos en las góndolas por la merma en la producción. Y el triste hecho del 19 de octubre pasado, cuando se debieron desechar 100.000 litros de leche que no pudieron procesarse en esa planta.