Alerta ambiental en el Paraná: el sábalo en retroceso y un ecosistema al borde del colapso

La bajante prolongada del río Paraná está provocando transformaciones silenciosas pero profundas en su ecosistema. Uno de los indicadores más claros es la drástica disminución del sábalo, especie fundamental tanto por su valor comercial como por su papel ecológico. Su retroceso es síntoma de un sistema que pierde equilibrio.

Luis Espínola, coordinador del Laboratorio de Hidroecología del INALI (Instituto Nacional de Limnología), advirtió que la actual situación hidrológica no tiene antecedentes recientes. “La bajante prolongada tiene un efecto a largo plazo. Aun cuando el nivel del río se recupere, los impactos seguirán presentes”, explicó.

El sábalo, junto con otras especies como la boga y el dorado, depende de la conectividad entre el cauce principal y las planicies de inundación para reproducirse. Esa conexión está interrumpida desde hace años, lo que afecta directamente el éxito reproductivo.

“La reproducción puede darse, pero sin los ambientes adecuados para el desarrollo de las crías, la tasa de supervivencia es muy baja”, detalló Espínola.

Además, se registra un cambio en la composición de las comunidades acuáticas. Las especies de valor comercial están siendo reemplazadas por otras sin interés económico, pero con funciones ecológicas importantes. Esta transformación, advierten desde el INALI, altera profundamente el equilibrio del ecosistema fluvial.

Para revertir esta tendencia, los especialistas proponen una serie de medidas urgentes: monitoreo permanente del río, identificación de cambios hidrológicos extremos y establecimiento de umbrales de conectividad ecológica. El objetivo es aplicar un manejo adaptativo de la pesca y preservar los ciclos naturales del río.

Sin embargo, la situación se agrava por la falta de políticas públicas adecuadas. “Las decisiones del gobierno no están alineadas con lo que se necesita para preservar estos ecosistemas. Por el contrario, muchas medidas actuales tienen un impacto negativo sobre ellos”, alertó Espínola.

Aunque por ahora no se habla de extinción, sí de una pérdida crítica de biodiversidad. Y el retroceso del sábalo es una señal de alarma que no se puede ignorar. “Tenemos antecedentes, sabemos cómo responde el ecosistema ante estas situaciones. Aún hay tiempo para actuar, pero esa ventana se está achicando”, concluyó el especialista.