El río Paraná continúa con un descenso marcado y hay preocupación

A pesar de las lluvias recientes, que habían repuntado el nivel hídrico, el caudal de agua volvió a bajar con una tendencia hacia la baja.

La histórica bajante del río Paraná sigue generando preocupación. Los escasos registros hídricos actuales no se producían desde hacía unos 50 años. Si bien la seguidilla de lluvias de los últimos días ayudaron a que el cauce recuperara un poco de nivel, este viernes el río volvió a bajar y quedó en 88 cm en el hidrómetro del puerto de Santa Fe.

El diminuto caudal de agua trastocó todo el paisaje ribereño de la región. En la capital santafesina la Laguna Setúbal se aprecia con poca agua y se puede observar el suelo fangoso y la vegetación que habitualmente están ocultos.

El Túnel Subfluvial dejó entrever su maya protectora,  un tramado geotextil colocado en la década del noventa para proteger la obra de la creciente del río. Desde la entidad aclararon que ya fueron colocadas una serie de boyas para advertir a los navegantes que circulen por este sector.

Días atrás el Instituto Nacional del Agua, (INA) difundió su informe semanal donde anticipa que el nivel del río en la ciudad de Santa Fe continuaría por debajo del metro en el hidrómetro del puerto local.

Para el 5 de mayo, el organismo prevé que la altura sea de 0,83 mts; mientras que para la semana siguiente (12/05), el nivel alcance los 81 centímetros. Al mismo tiempo, se explica que “las condiciones que determinan la bajante en curso persisten en las cuencas que aportan al caudal en el río Paraná en territorio argentino. La futura evolución de los niveles en este tramo del río dependerá fuertemente de la  distribución espacial y montos de las lluvias”.

“El acuerdo alcanzado con la República Federativa de Brasil significó un aumento en las descargas del embalse de Itaipú por un período acotado. Se convino en un aumento de caudal entre el 18/abr y el 01/may del orden de 1400 m3/s hacia el tramo argentino-paraguayo del río. Posteriormente continuarán las conversaciones a nivel técnico. Este aumento de caudal alivió la situación de la ribera misionera, pero su efecto es poco sensible en el tramo medio e inferior del río”, cierra el informe.