La Corte Suprema ratificó la pena de 15 años de prisión al padre Grassi

Por unanimidad, el alto Tribunal de la Nación dejó firme todas las sentencias dictadas por abuso sexual agravado y corrupción de menores.

La Corte Suprema de Justicia confirmó ayer la condena a 15 años de prisión contra el sacerdote Julio César Grassi por abuso sexual de menores cuando estaba al frente de la Fundación Felices los Niños.

El Tribunal ratificó la condena contra Grassi por «abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima, reiterado, dos hechos, en concurso real entre sí, que a su vez concurren formalmente con corrupción de menores agravada».

Por unanimidad, el máximo tribunal de la Nación avaló las sentencias dictadas en todas las instancias de la Justicia bonaerense contra Grassi, actualmente detenido en la penitenciaría de Campana.

Grassi fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón en 2009 por los hechos que tuvieron como víctima a O.A.A., conocido como «Gabriel», quien estaba a su cuidado.

El recurso extraordinario planteado por los abogados de Grassi, Carlos Irisarri y Ricardo Malvicini «es inadmisible», consignó la resolución de menos de una carilla firmada por el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti y los ministros Elena Highton, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

Se trata de uno de los casos más conocidos de un cura acusado por pedofilia, por la alta exposición mediática que tenía Grassi desde los años ’90.

Para los querellantes, la condena «llegó después de muchos años y dejó el sabor amargo de una Justicia que no escuchó a las otras dos víctimas», según sostuvo Nora Shulman, directora del Comité de seguimiento y aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn).

Shulman dijo que «la condena a Grassi fue por los abusos cometidos contra el joven conocido como Gabriel. Estamos conformes con eso pero no podemos olvidar que había en el juicio otros dos jóvenes que testimoniaron en su contra y sus dichos fueron desestimados «.

El delito de «abuso sexual» figura en el artículo 119 del Código Penal. La figura se vio agravada puesto que el inciso b) eleva la pena cuando fuera cometido por «ministro de algún culto reconocido o no, o encargado de la educación o de la guarda», como ocurrió en el caso de Grassi.

El delito de «corrupción de menores», tipificado en el artículo 125 del Código, también resultó agravado por las mismas circunstancia.

Por su parte, otro querellante, Jorge Calcagno, quien representó en el juicio oral a «Luis», otro de los jóvenes abusados, señaló «que tanto su representado como Ezequiel, el otro joven que testimonió contra Grassi, no fueron escuchados y sus dichos fueron desestimados, pero según la propia Procuraduría General de la Nación estaban comprendidos por la misma problemática».

«Esto significa que sus testimonios acreditaron las acusaciones y la condena seguramente hubiera sido el doble que la actual», precisó Calcagno.

El fallo

En una resolución de una carilla, el Alto Tribunal desestimó tanto los recursos presentados por la defensa como los presentados por la querella, pues los acusadores venían solicitando que la imputación por abuso sexual también comprenda a otros casos.

El Tribunal Oral Criminal 1 de Morón condenó a Grassi por abuso sexual en el caso del menor conocido como «Gabriel» y lo sobreseyó en otros dos casos, pero el cura no fue preso al momento del fallo sino recién en 2013 cuando la Corte confirmó su condena.

Grassi fue condenado en 2009 a 15 años, pero permaneció en libertad hasta septiembre de 2013, cuando perdió el beneficio de la libertad vigilada de la que gozaba ante el fallo de la Corte Suprema.

Para el Tribunal, Grassi fue responsable del abuso de «Gabriel», hechos que habrían tenido lugar en la Casa San Juan Bosco de la Fundación, en Hurlingham, y los mismos promovieron una «desviación en la sexualidad aún en formación del menor».

En cambio, Grassi fue sobreseído en los casos de abuso y corrupción de menores sobre «Ezequiel» y «Luis», algo que también quedó firme tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia.

Los hechos por los cuales Grassi fue llevado a juicio trascendieron a la opinión pública a raíz de un informe del programa Telenoche Investiga, y el primer caso fue el de «Gabriel», tras los cuales se sumaron otras más que llegaron a un total de 17.

Además, Grassi fue condenado en noviembre del 2016 a dos años de prisión por malversación de caudales a raíz que pagaba con los fondos que manejaba la Fundación Felices los Niños, una vivienda que el cura habitaba en la zona.

Juan Pablo Gallego, otro de los abogados querellantes, pidió que el cura sea expulsado de la Iglesia.

«La primera persona con la me comuniqué hoy es alguien que me tocó conocer hace ya 15 años. Una víctima que padeció lo indecible. No solo abusos espantosos y corrupción espantosa sino actos vandálicos, amenazas y ataques con armas de fuego. Una persona que lo sufrió todo y que merece mi enorme respeto», contó Gallego a un canal de cable.

«Grassi no es una persona común», dijo Gallego. «Tuvo 25 defensores. Los estudios jurídicos se unieron en pool para defenderlo».

Según el abogado, «Grassi destruyó la vida de jóvenes que estaban bajo su cuidado. Pero esto es sentencia definitiva. Los cinco ministros de la Corte determinaron definitivamente su culpabilidad. A partir de este fallo no hay más dudas, acá no hay más complot ni ataques a las víctimas. Acá hay un cura pedófilo que en forma definitiva está condenado y que debe ser expulsado de la Iglesia», opinó.