La Sociedad Argentina de Pediatría se mostró preocupada por el nombramiento de Albino en Educación

La cartera que encabeza Alejandro Finocchiaro sumó a Abel Albino como asesor. El polémico titular de la CONIN fustiga la homosexualidad, condena la masturbación y asegura que la desnutrición infantil se da en los «hijos no deseados».

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Sociedad Argentina de Primera Infancia (SAPI) que reúne a profesionales de diversas disciplinas de la salud, educación, acción social, del ámbito judicial, recreativo, público y privado expresaron su consternación y preocupación por la decisión del ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, de firmar un convenio de cooperación con la Fundación Cooperadora para la Nutrición Infantil (CONIN) que conduce el polémico médico Abel Albino. El acuerdo apunta, según indica, «a mejorar las condiciones de educabilidad» de los alumnos de nivel inicial, de 3 a 5 años.

En ese sentido, la SAP advirtió en un comunicado que «en reiteradas oportunidades hemos manifestado a las autoridades de turno nuestro malestar por argumentos vertidos por el Dr. Albino sobre sus presuntas fórmulas para combatir la desnutrición y enfermedades de transmisión sexual, carentes de evidencia científica y alejados de una concepción integral de salud».

Por su parte la SAPI recordó que el trabajo de la CONIN «ha sido realizado desde una perspectiva polémica por sus posturas radicales y sesgadas desde su expresa visión religiosa y no ha contado con el consenso ni el apoyo de una gran cantidad de organizaciones científicas y profesionales dedicadas al bienestar de la primera infancia».

Y apuntaron directamente contra las polémicas consideraciones de Albino. En 2010 en su libro «Gobernar es poblar ¿Paternidad responsable o fornicación asistida?» calificó en su prólogo a los niños pobres y desnutridos como «hijos no deseados», productos del «abandono», «del sexo promiscuo y sin compromiso».

«Todo desnutrido suele ser un niño que vino al mundo sin ser deseado» aseguraba en su libro. Albino está además en contra de todo tipo de práctica anticonceptiva y estigmatiza. «La desnutrición infantil es una enfermedad cultural propia de sitios en los que el acto sexual (…) se lo suele llevar a cabo compulsivamente, bajo los efectos de una vehemencia descontrolada e irracional que pretende la mera satisfacción de un placer instintivo por parte del varón», insiste Albino.

Se opone a que el Estado distribuya preservativos gratuitamente y considera que «el sexo es una maravilla que tenemos para contribuir a la obra creadora de Dios. No para divertirse».

También disparó contra los homosexuales: «La homosexualidad es un problema por el que se consulta más de una vez. Es un problema multicausal, hay causas variables que provocan eso, como pueden ser violaciones dentro de la familia. Y otros casos en que no hubo esa violación pero igual se llega a eso».

Desde la SAP y la SAPI reclamaron tener acceso a los detalles del acuerdo firmado entre la cartera que conduce Finocchiaro y la CONIN de Albino.