Concejo rosarino propone eliminar símbolos religiosos de escuelas y hospitales

El cuerpo aprobó un proyecto que insta a la provincia a retirar esas imágenes en espacios públicos para garantizar la libertad religiosa. La propuesta dividió opiniones y fue rechazada por casi la mitad de los ediles.

El Concejo aprobó ayer un proyecto que solicita a la provincia el retiro de símbolos religiosos en escuelas y hospitales públicos de Rosario. La iniciativa busca «garantizar el efectivo cumplimiento de los principios de libertad religiosa y de conciencia» y «certificar el carácter laico de la educación pública» en Santa Fe. La propuesta presentada por la concejala Celeste Lepratti del Frente Social y Popular dividió opiniones en la sesión y fue rechazada por casi la mitad de los ediles.

El proyecto fue sancionado por mayoría reglamentaria. Se opusieron los integrantes del bloque de Cambiemos, el edil Osvaldo Miatello (Compromiso por Rosario) y la bancada del Partido Demócrata Progresista.

El texto plantea que el Concejo se dirige al gobierno provincial «para que a través de los ministerios de Educación y Salud se remuevan los símbolos e imágenes religiosas instaladas en escuelas y hospitales públicos pertenecientes a la provincia de Santa Fe con jurisdicción en la ciudad de Rosario, garantizando el efectivo cumplimiento de los principios de libertad religiosa y conciencia, reforzando el carácter laico de la ciudad de Rosario».

En los considerandos de la iniciativa, Lepratti advirtió que «la simbología religiosa no sólo no es representativa de la totalidad de la población, sino que a su vez no se condice con la laicidad del municipio y la provincia».

La propuesta «busca garantizar el trato igualitario de cultos para avanzar en la construcción de una agenda pública no basada en la moral, sino en los derechos ciudadanos».

Para Lepratti, el debate que se dio este año en el Congreso «sobre el aborto legal y el histórico reclamo del movimiento de mujeres tuvieron tal impacto social que posibilitaron el surgimiento de discusiones largamente postergadas, como la de la separación de la Iglesia y el Estado».

La edila del Frente Social y Popular destacó que este año se renovó el debate sobre la separación Iglesia-Estado, con una campaña federal que promueve debates «acerca de la necesidad de un Estado laico y el financiamiento a la Iglesia católica, obligado por la Constitución Nacional a sostener el culto católico apostólico romano».

La concejala fue más allá y resaltó que «todavía existen decretos-leyes que regulan el dinero que se deriva a la Iglesia Católica argentina, que fueron impuestos durante la última dictadura militar».

El proyecto contiene un repaso histórico donde se menciona que «el primer campo de aplicación de los principios de la separación Iglesia-Estado fue la Revolución Francesa».

En la Argentina, menciona Lepratti, «la separación Iglesia-Estado ha sido una batalla que se ha dado en diferentes momentos y con distintos lineamientos ideológicos. Durante el siglo XIX, el sector liberal del PAN (Partido Autonomista Nacional) fue el que buscó la separación Iglesia-Estado».

También se recuerda que en 1884 se sancionó la ley 1.420 «que garantizaba la no injerencia religiosa en la educación primaria. Al año siguiente, el roquismo busco la separación, pero la votación no fue favorable en el Senado por apenas un voto, siendo quizá, la única derrota política del roquismo curiosamente frente a la Iglesia».

Más adelante, en el siglo XX, los partidos de base laica como la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista, emprendieron diferentes campañas para reforzar la necesidad de un Estado laico.

En 1955 el tema volvió al centro de la escena con el peronismo, «que promovió una Constituyente para reformar la Constitución y separar la Iglesia del Estado. El peronismo contaba con los votos, pero el 16 de junio, con el golpe de Estado, caía el gobierno de Perón y su proyecto político», rememora la iniciativa.