El presidente defendió los paseos recreativos pero respaldó la decisión de los gobernadores

Alberto Fernández afirmó que no hay “conflicto” respecto a la posibilidad del esparcimiento durante la cuarentena. Aseguró que la iniciativa había sido adelantada a los mandatarios provinciales.

El presidente Alberto Fernández defendió el permiso otorgado en esta nueva fase de cuarentena para que se realicen paseos cortos de una hora. Si bien fue diplomático y evitó polemizar con las provincias que decidieron no autorizar estas salidas transitorias, el jefe de Estado les envió un mensaje a los gobernadores y planteó que las restricciones “no pueden ser eternas”.

En acuerdo unánime los gobernadores de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Santa Fe, Omar Perotti; de Córdoba, Juan Schiaretti y el jefe de gobierno porteño acordaron no permitir en las grandes ciudades las salidas recreativas de hasta una hora y a no más de 500 metros del domicilio que había dispuesto el Presidente con un decreto de necesidad y urgencia.

Al respecto, Fernández manifestó que “en los gobernadores veo vocación de cuidar a su gente y por eso me tienen a su lado. Pero lo que digo también es que presten atención porque no podemos mantener a la gente en un encierro eterno porque no resisten”, aseguró el presidente en declaraciones radiales.

Tras la polémica, el jefe del Estado dijo que estuvo al tanto de la decisión de los mandatarios y que comprendió los motivos. Sin embargo, defendió su medida: “También hay que preservar la salud psicológica de la gente. Eso también hay que tenerlo en cuenta”.

“Si los intendentes me dicen que no libere porque pueden controlar el aislamiento y no pueden controlar cómo circula la gente, yo lo entiendo. Lo que no sé es cuánto puede demorar esto. Hay datos que dicen que tenemos que encaminarnos hacia un proceso de liberación paulatina”, agregó.

 
Fernández sostuvo que recibió de parte de los gobernadores “pedidos mucho más riesgosos que salir a caminar una hora“. Y señaló que los expertos aconsejaron habilitar las salidas recreativas. “Ha existido cierto relajamiento social, que no es ni más ni menos que el reclamo de tener algún permiso para salir de la casa”, argumentó. “En la Ciudad de Buenos Aires, está autorizado el Take Away, ¿y eso qué es?”, lanzó.