El gobierno evaluaría alternativas a la expropiación de Vicentin

El presidente recibió al CEO de Vicentin, Sergio Nardelli, y a Omar Perotti. «Se pueden presentar salidas superadoras», dijo el gobernador.

El presidente Alberto Fernández recibió al CEO saliente de Vicentin Sergio Nardelli y al gobernador de Santa Fe Omar Perotti, durante dos horas. Les reiteró el plan del gobierno nacional: primero la intervención a la empresa, que ayer se perfeccionó, y cumplió su día uno (serán 60, según lo indica el DNU que la estableció) y luego la expropiación mediante una ley que votaría el Congreso nacional, en acuerdo con la cláusula constitucional que la habilita.

Con todo, Fernández quedó abierto a continuar escuchando alternativas de solución, en especial para evitar escale un conflicto político que podría gravitar negativamente sobre la suerte comercial de la empresa a rescatar.

Recomponer la trama

El plan tendrá un recorrido paso a paso. Los gobiernos, nacional y provincial, buscarán recomponer pacientemente la trama dañada de la empresa, proveedores, acreedores, empleados, y fundamentalmente a los productores que deberán volver a venderle sus granos a una empresa hoy por hoy quebrada.

Perotti expresó anoche, “estamos en una instancia donde tenemos un proceso con una intervención, y la herramienta establecida es la expropiación”, para luego complementar que se “buscan alternativas”.

Por eso, todas las partes tratarán de evitar el uso de la palabra tan temida, “expropiación”, que de todos modos será la estación final de un camino lleno de desafíos. Donde el cuidado del detalle resultará central.

Reuniones

En esa línea, Perotti, que ofició de vocero de la reunión ante la prensa en los jardines de Olivos, anticipó que hoy mismo comenzarán las reuniones del interventor Gabriel Delgado con las autoridades de YPF Agro, una empresa parte de la gran petrolera nacional, que será la socia clave que ayudará a renacer a la nueva Vicentín.

 

El gobernador santafesino celebró que “el presidente haya tomado la instancia del rescate de la empresa, que podría haber seguido con su pasivo y se hubiese terminado desguazando como ocurrió un montón de veces en la Argentina”.

El rafaelino expresó que espera “se puedan presentar alternativas superadoras” durante el período de la intervención que técnicamente es parte del mismo proceso jurídico que luego llevará a la expropiación.

El plan de rescate

La voluntad política de quienes cranean la jugada tan compleja de rescate al gigante exportador tiene como norte conseguir una integración entre los dos tercios nacionales principales involucrados: el sector financiero nacional, acreedor, y el otro tercio, los acreedores privados, en especial proveedores.

De esa asociación nacerá la nueva empresa, asociada a YPF Agro, y con control estratégico estatal. Consultado una y otra vez, el titular de la Casa Gris abogó para que “la empresa crezca, los empleados tengan tranquilidad y los acreedores se integren”.

Por lo demás, Perotti pidió ayer paciencia a todos los argentinos, “pensemos que fue la primera reunión, dejemos que la intervención trabaje y pueda ir elaborando las opciones”.

Dos fases

Respecto del proyecto de ley de expropiación que casi con seguridad terminará ingresando por puerta de entrada de alguna de las cámaras del Congreso – y que elabora el gobierno nacional-, el santafesino manifestó que “tiene su plazo”, pero que se trata de un segundo momento, porque la idea de todos los actores es fortalecer en estas horas el recorrido de la intervención, para que vaya cerrando acuerdos con todas las partes involucradas.

Según Perotti, y ratificado por fuentes del gobierno nacional que consultó La Capital, la vocación principal del presidente es la continuidad operativa de la empresa, su rescate, y mientras se desarrolla la trayectoria de la herramienta jurídica elegida – intervención y luego ley de expropiación-, agrupar todas las voluntades posibles para cumplir el objetivo comercial y político final: intervenir desde adentro – el Estado- como un actor relevante en la exportación agroindustrial de la Argentina (un 9 por ciento aproximado del total), como nunca sucedió antes.

Y de ese modo, reposicionar al Estado en el negocio que más dólares produce en el país. Sin embargo, ese final deseado no está garantizado. Podria malograrse, entre otras cosas, por el ruido político.

El rescate de Vicentin, con el Estado como jugador principal, recién empieza, se trata de una historia en desarrollo.