Las clases presenciales tendrían lugar en zonas rurales y pequeñas comunas de la región centro y norte de la provincia.
Si bien el ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseguró que las provincias que estén en fase cinco con un bajo nivel de circulación de COVID-19 serán las primeras que empezarán a alternar clases presenciales con virtuales a partir de agosto, lo cual involucraría a Santa Fe, la situación sería algo más compleja.
Tanto el gobernador Omar Perotti, como la ministra de Educación, Adriana Cantero, reafirmaron que las escuelas no abrirán hasta que no estén totalmente garantizadas las condiciones de salud para los alumnos y los docentes. Por lo que el normal período escolar podría dilatarse bastante tiempo si se contempla el conjunto de la provincia.
Sin embargo, las autoridades comenzaron a diagramar qué regiones volverían en primera instancia, según situación epidemiológica y problemas de conectividad. En efecto, los primeros alumnos en regresar a clases pertenecerían a zonas rurales y pequeñas comunas de la región centro y norte de la provincia.
En grupos rotativos, con barbijo obligatorio, presencialidad escalonada y sin aglomeración en los recreos, deberán ser las condiciones que garanticen una educación segura.
Las pequeñas comunidades que no tuvieron acceso a conectividad durante los meses de cuarentena y que no se vieron afectadas por el impacto de la pandemia, serán los apuntados por la cartera de Educación como el prototipo a evaluar para un posible regreso a las aulas en el resto de la provincia.
Se privilegiará, además, aquellas zonas donde no haya trasladados o migraciones hacia otros lugares. “Hay pueblos donde viven los docentes y no hay desplazamientos. En estas instituciones están dadas las condiciones de poder retomar las clases. De paso nos servirá como testeo. El resto, cuando se pueda garantizar plenamente la salud de niños y niñas y los docentes” indicó Perotti días atrás.