La sequía que está sufriendo el país desde hace tres años ha hecho estragos en la naturaleza. Los ríos, la fauna y la flora han sido los más perjudicados. La economía se vio desbastada y se generaron pérdidas millonarias.
En este panorama, el Río Paraná bajó como nunca en su historia. El último tiempo se mantuvo entre 1,50 y 2,50. Otras lagunas y arroyos más chicos y que desembocan en él se han secado completamente o tenían un hilo de agua.
Sin embargo, parece que hay algo de esperanza, gracias a las lluvias de los últimos días, producto de El Niño. Pero, especialmente, por las precipitaciones en el sur de Brasil, donde fueron intensas; hubo zonas inundadas, inclusive.
Desde el miércoles el Río Paraná se mantiene estacionado en 2,08 y el INA (Instituto Nacional del Agua) ya adelantó que crecerá algunos centímetros más. Desde este martes 12 llegaría a los 2,50 metros y a partir del 19 de septiembre, aproximadamente, superaría los 3 metros.
«Son tendencias consideradas en los valores medios diarios. Los niveles se encuentran en el rango de aguas medias, en todo el tramo argentino. De acuerdo con la perspectiva meteorológica y los caudales previstos desde la alta cuenca, los niveles se mantendrán en gradual ascenso», sostiene en su informe el INA.
Será un proceso lento y habrá que tener paciencia porque la Cuenca del Plata tiene muchos afluentes que recuperar. En este sentido, tendríamos un verano muy llovedor, que es cuando más se manifestaría el fenómeno de El Niño.
Fuente de información: ellitoral.com